viernes, 20 de julio de 2012

SLICE MACHINE


Cuando llevas un tiempo dedicado a hacer cosas de scrap, los recortes que puedas comprar en las tiendas on-line se te quedan cortos. Sobre todo cuando ves en internet las maravillas que hace la gente. Me gustó nada más verla; tan pequeña, manejable, independiente... y me animé a pedirla a EEUU, ya que costaba casi la mitad. Tardó unos 10 días y en la aduana tuve que pagar un recargo de 20€, pero aún así merecía la pena. La tarjeta que traía de serie en seguida se me quedó corta, así que me puse a buscar tarjetas por todas partes y eran carísimas. Hasta que dí con una página americana que las vendía a un precio que iba desde los 10 a los 14 dólares (un chollo), y me pedí 8. Esta vez me ahorré los portes, ya que Ana, una compañera de curro estaba viviendo en NY y me las mandó con una de sus visitas.
Al principio iba de la euforia a la desilusión, ya que lo mismo hacía cortes perfectos como se descalibraba y se ponía tonta. Con ello he aprendido algunas cosas: que si la usas durante mucho tiempo se calienta y se descalibra (me refiero a 2 horas o más seguidas). Que una vez que se descalibra, lo mejor es volverla a calibrar pq ella sola no lo hace aunque la dejes enfriar. Que cuando compras una tarjeta de las de actualización, funciona bastante mejor luego con cualquier otra.
Es fácil quedarse horas colgada de la máquina porque engancha y eso que todavía no la he utilizado con tela. Estoy buscando una entretela lo más fina posible para animarme. Por un lado tengo muchas ganas de probarla con tela porque tengo muchos proyectos en mente; pero por otro me da miedo por si no responde a mis espectativas. Aún sin usarla con tela, la compra habría merecido la pena. Pero si encima puedo darle un toque personal a la ropa de mis hijos o incluso ropa de casa...
No es que tuviera muy claro desde el principio que era ésta la que quería. Primero me chiflaba la Sizzix, que es la que te comentan por todas partes y la que más se comercializa en España. Pero me parecía que salía realmente cara, no la máquina en sí, que es más económica que la Slice. Sino porque cada troquel cuesta una pasta, aunque pueda cortar cartulina y papeles fuertes.  Y luego se necesita espacio para guardar los troqueles, mientras que los cartuchos de la Slice se pueden guardar en una cajita.



Algo que podía parecer una pega en la Slice, es que hay que utilizar pegamento para que el papel quede sujeto durante el corte. Pero se echa una vez y te sirve para todo el rato, incluso hay veces que le pongo papel de cera para guardarla y sigo otro día con el mismo pegamento. Eso lo leí en un blog y me pareció muy buena idea.